Sin tener todavía demasiado claro si es un defecto o, por el contrario, una virtud, Lana Del Rey no deja indiferente a nadie. Desde que en agosto del año pasado colgara una canción en internet que respondía al nombre de 'Video Games', la autodenominada "Nancy Sinatra gangsta" no ha dejado de llenar páginas en revistas, periódicos, webs y blogs. Lo que parece claro es que todos los que acogieron los tres primeros temas de la joven artista neoyorquina con entusiasmo y con la idea de encumbrarla con vítores de nueva musa del indie, son los que ahora, en su gran mayoría, reniegan de ella tildándola de producto prefabricado y criticando duramente lo que para ellos ha supuesto la decepción musical del año. Es curioso que los que hace pocos meses la veían como una diva pop imaginada por David Lynch, ahora traten de compararla con Lady Gaga o Kate Perry. Y es que de la noche a la mañana, la cantante que combina en su nombre artístico a Lana Turner y al automóvil Ford Del Rey, ha pasado de hype a bluff.
Hay que reconocer que su doble actuación en Saturday Night Live fue cuanto menos decepcionante. Sus detractores llegan a decir lindezas como que en su actuación en el famoso late show estadounidense "parecía una niña cantando las canciones favoritas de su abuela y vistiendo también su ropa". Los que la defienden no pueden decir más que "le faltó emotividad y conexión con el público".
La realidad es que tanto la prensa, como los seguidores en general hemos generado unas expectativas desmesuradas o exageradas, convirtiendo a Lana Del Rey en la nueva reina del underground, en aquella que parafraseando al Maestro Obi-Wan Kenobi, devolvería el equilibrio a la Fuerza del universo indie. Y le hemos colgado ese cartel de salvadora del mundo tras únicamente escuchar tres canciones suyas (Video Games, Blue Jeans y Born To Die).
Es indudable que toda la artillería pesada que se encuentra detrás de cada paso que da la joven Lizzy Grant, tiene mucha "culpa" tanto de la ascensión como del "hundimiento" de Lana Del Rey pero no es menos cierto que nos han manipulado como han querido y que hemos visto o escuchado lo que queríamos ver u oír... En su momento dictamos sentencia y sentamos cátedra con muy pocos elementos de juicio, y ahora todos aquellos que decidieron que había nacido una nueva estrella entierran o lapidan a aquella estrella fugaz que tras enamorarles con tres canciones les puso los cuernos con un álbum.
Si bien es cierto, que Born To Die es un álbum que no se ajusta a las expectativas que nos creamos en su día, no es menos cierto que como mínimo contiene cuatro grandes temas (Video Games, Blue Jeans, Born To Die y This Is What Makes Us Girls). Y quizá el mayor problema radica en eso, en que más que un disco compacto u homogéneo, en el que reconozcamos una solidez musical y artística, nos encontramos con cuatro singles metidos con calzador junto a otras canciones que da la impresión que no le interesan ni a la propia artista.
Mientras tanto, la artista ha pospuesto una pequeña gira promocional por Estados Unidos que iba a comenzar el próximo mes de marzo, así como una gira australiana a finales de este mes. Todos los rumores apuntan a que está directamente relacionado con el fiasco de Saturday Night Live. Según informa Rolling Stone haciéndose eco de una información publicada en The New York Post, el sello Interscope Records y su mánager creerían que la cantante no está preparada para girar. Creen que así la cantante tendrá tiempo extra para prepararse y también de distanciarse de la actuación de Saturday Night Live.
Con pena por lo que pudo haber sido y no será.. digo fraude. Aunque me quedo con esas canciones que nos hicieron creer que sería una de las grandes.
ResponderEliminarBuena crítica!