by Helena Beat! |
No
paro de leer lo mismo: Rufus vuelve al pop. Confieso que tenía mis temores ante
la producción de Mark Ronson, pero la verdad, es que no me ha defraudado. Es un
disco enorme, como él.
Admiro
mucho a Rufus Wainwright. Es uno de esos músicos hiper completos. Lo toca todo,
se atreve con todo. Hasta se atrevió en su último disco con algo tremendamente
intimista y oscuro. Solo piano y su magnífica voz.
Con
Out Of The Game, séptimo disco de
estudio, vuelve el Rufus alegre, optimista, luminoso. Vuelven también esos
toques orquestales y algún que otro coro gospel, a lo 'One Man Guy'. Una colección de temas muy coherentes que caen muy
bien.
En
su lista de colaboradores para este disco, además del ya mencionado Ronson,
también han participado grandes como Nels Cline de Wilco, Sean Lennon, Miike
Snow, Andrew Wyatt y el guitarrista de The yeah yeah yeahs Nick Zinder. Un
lujazo.
El
inicio del disco te pone enseguida en la pista de lo que va a ser un trayecto
impresionante. Una melodía lánguida que se abre con estallidos esporádicos del
alma. Aquí los maravillosos coros.
'Rashida' comienza así. Como una antorcha
balanceándose hasta encender los fuegos artificiales que son la voz de
Wainwright. Sigue con 'Welcome To The Ball',
que se construye bajo un remolino de armonías vocales.
'Mountauk' es una canción dedicada a
su hija. Su reciente paternidad ha marcado a fuego este disco. Y es que después
de la oscuridad, llega la luz: “One day
you will come to Mountauk, and see your dad wearing a kimono”.
'Bitter Tears' se acerca un poco al
synth-pop, Rufus coquetea con la música disco, aunque no llega a ser un tema
que reviente las pistas de baile. Pero tiene su rollo. Quizás algún día nos
sorprenda con un disco electrónico. Desde luego, si así fuera, me acabaría de
enamorar de él.
En
conclusión, el álbum tiene el sello Wainwright, mejorando minuto a minuto el
rendimiento sonoro. Lo que más llama la atención, es que parece que lo ha hecho
así, tal cual, sin esfuerzo, y esto es lo que ha salido.
A
pesar del título Out Of The Game,
nunca Rufus puede estar más on. Y lo
mejor, parece que esté disfrutando.
No
se lo pierdan en el Primavera Sound. De verdad, en directo es un regalo para
los oídos y encima, el muy canalla, es divertido.
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